Noticias
La incidencia política como herramienta para acceder a una justicia social
| Por Victoria Laphond Domínguez
Introducción
La biopolítica de segregación ha generado conglomerados sociales en choque: un enfrentamiento por compartir el espacio con el poder, una disputa por los recursos limitados y el cubrir necesidades tanto naturales como inducidas por el capital. Esto ha generado brechas de marginalización hacia corporalidades que han vuelto periféricas y en resistencia como lo son las mujeres, personas racializadas, indígenas o disidentes del sexo-género.
De esta manera la incidencia política es un proceso mediante el cual las corporalidades periféricas pueden influir en la toma de decisiones políticas con el objetivo de promover cambios en políticas públicas o en la legislación. Se trata de una forma fundamental de ciudadanía en la vida política y democrática de una sociedad. La incidencia política puede abordar una amplia gama de temas, desde cuestiones sociales, ambientales, de salud y educación, hasta temas económicos y de derechos civiles.
Las corporalidades periféricas como resultado de la biopolítica de segregación
En la década de los setenta, el filósofo francés Michel Foucault introdujo el concepto de biopolítica para poder analizar la intersección del poder político con el control de la vida humana. Su trabajo aborda el papel del Estado como un ente que tiene la capacidad de no sólo regular la sociedad, sino también puede gestionar la salud, reproducción e incluso la enfermedad y la muerte.
En términos generales, este término se centra en cómo el Estado, a través de sus instituciones, ejerce poder sobre la población mediante la regulación de aspectos biológicos y sociales de la humanidad. Este control puede darse de manera positiva para favorecer a núcleos sociales a través de políticas que ayuden a la salud pública, nutrición o la higiene. Sin embargo, también tiene la capacidad de gestionar de manera negativa en contra de ciertos grupos sociales, administrando en contra estos factores para proliferar una necrosociedad o una sociedad donde la muerte es una realidad constante.
En la actualidad, muy pocas veces caemos en cuenta de que nuestra corporalidad es un territorio con un peso social, político, el cual entra a diario en una faena para luchar contra el poder y hacer posible el acto de existir: llevar una vida posible. Hemos sido capaces de reducir —desmantelar— nuestra percepción como organismos sociales, en este despojo del ente personal, no dimensionamos la historia particular junto a los desafíos que enfrenta cada corporalidad. Escapamos a la idea de que cada ser —unos más que otros— se encuentra en una constante lucha (consciente o inconsciente) por tener validez dentro de esta necrosociedad, la cual criminaliza, invalida derechos y asesina de manera impune.
Foucault argumentaba que la biopolítica era una característica fundamental de las sociedades modernas y una extensión de las tecnologías de poder utilizadas para el dominio de potencias económicas y el control de la población.
De esta manera tenemos el ejemplo de la ciudad de Chihuahua, donde el poder crea una profunda diferencia entre las periferias y los centros económico-políticos, generando así círculos de exclusión. Conforme se avanza hacia los extremos, los satisfactores para cubrir las necesidades básicas escasean; las singularidades, así como la marginalización, se acentúan debido a la pobreza sistémica. De esta manera, la periferia no sólo es un espacio geográfico, también se vuelve uno interno, el cual es vivido —padecido— por mujeres, poblaciones indígenas como la rarámuri, personas de un sexo-género divergente, en situación de pobreza, etc. De esta manera, el acceso a cuestiones tan elementales como el trabajo digno o la educación se transforman en luchas contra la biopolítica de segregación.
La incidencia política como herramienta para crear una justicia social en favor de las corporalidades periféricas
La incidencia política puede ser una herramienta importante para revertir estas necrorealidades de las corporalidades que la biopolítica de segregación ha vuelto periféricas, ya que permite ciudadanizar la política local y de esta manera influir en la toma de decisiones, con el fin de abogar por cambios en políticas o prácticas que aborden desigualdades y promuevan un mayor equilibrio social.
Aunque no es una solución rápida e incluso no es para todas las personas (ya que puede poner en riesgo su integridad), aquí planteo algunas formas en las que la incidencia política puede contribuir a esta justicia social:
- Promoción de políticas equitativas. La incidencia puede utilizarse para abogar por políticas que visibilicen las desigualdades sociales, como políticas de salud, educación, vivienda, empleo y bienestar. Al influir en la creación y revisión de políticas, se pueden impulsar medidas que beneficien a las corporalidades periféricas.
- Visibilidad de problemas sociales. También puede ayudar el visibilizar problemas sociales y ponerlos en la agenda pública para ser puestos en la agenda gubernamental, pues al hacerlo, favorece el que los entes responsables de la toma de decisiones y la sociedad se apropien de estos temas para generar un cambio a favor de reducir la brecha de desigualdad.
- Movilización de la comunidad. Hacer pública la problemática a menudo implica la movilización de la comunidad y la creación de coaliciones entre grupos que comparten objetivos similares en términos de justicia social. Esto fortalece la capacidad de presión y promoción de cambios significativos.
- Defensa de los derechos civiles y humanos. La incidencia política es fundamental para la defensa de los derechos civiles y humanos. Puede utilizarse para abogar por la igualdad, la no discriminación y el acceso a servicios y oportunidades básicas para toda la población.
- Control de los poderes estatales. Se puede actuar como un mecanismo de control de los poderes estatales y gubernamentales. Puede garantizar que los gobiernos rindan cuentas y cumplan con sus responsabilidades en términos de justicia social.
- Monitoreo y evaluación. Además, puede incluir el monitoreo y la evaluación de políticas y programas para asegurarse de que estén funcionando de manera justa y efectiva. Si se identifican problemas o desigualdades, se pueden abordar mediante la presión política.
- Participación democrática. Es un componente esencial de la participación democrática. Permite que la voz de las personas y grupos se escuche en el proceso político, lo que es fundamental para la justicia social en sociedades democráticas.
Incidir en la política local de la ciudad de Chihuahua, al igual que en cualquier otra comunidad, puede tener un impacto significativo en la vida de sus habitantes, incluyendo las corporalidades periféricas. Es un acercamiento a quienes construyen, organizan, dirimen y deciden a dónde llevar a cabo las políticas necesarias para que la acción de gobierno tenga lugar.
Conclusión
Es importante destacar que la incidencia política puede tomar muchas formas, desde la participación en manifestaciones o protestas hasta la promoción de políticas a través de la legislación y la colaboración con legisladores. Lograr efectividad en la búsqueda de la justicia social suele requerir organización, estrategia y persistencia a lo largo del tiempo.
La incidencia desempeña un papel fundamental en la creación de políticas equitativas, ayuda a influir en la formulación, así como la adopción de políticas que aborden las desigualdades y promuevan la equidad ante las dinámicas en contra de la necrosociedad.
Sin embargo, es un proceso desafiante, debido a que es una confrontación con el poder, pero a la vez es esencial para promover la justicia y la igualdad en la sociedad. Requiere compromiso a largo plazo y la capacidad de movilizar apoyo y recursos para lograr cambios significativos en las políticas públicas.
Bibliografía
Carbonell, Miguel. (2019). Derechos fundamentales y democracia. México: INE.
Foucault, Michel. (2016). "El poder disciplinario". (Lección del 28 de marzo de 1973, del curso en el College de France, La Sociedad Punitiva). La mirada de Clío. (26). pp. 46-76 (Artículo).
García Amaro Laura Areli / Osorio Pérez Mayra Celina. (2018). Estrategias y herramientas para la incidencia en políticas públicas. México: INE.
Mbembe, Achille. (2003). "Necropolitics". Public Culture, Volumen 15, Número 1. pp. 11-40 (Artículo).
Rivera Garza, Cristina. (2013). Los muertos indóciles necroescrituras y desapropiación. México: DeBolsillo.
Valencia Triana, Zayak. (2022). Capitalismo Gore. México: Booknet.
Consulta este articulo en la revista
Ruta Ciudadana 10